lunes, 18 de junio de 2007

SIN GANAS DE ESCRIBIR ACERCA DE REGALOS...

Acá está la nueva funci, dirigiéndose a sus compañeros... Sin muchas ganas de escribir acerca de regalos, ni nada que se le parezca, igual respondo como es mi deber a la nominación de la compañera Dalevozatucuerpo. En 8 puntos me defino:

1- Amo tomar café con leche, a cualquier hora del día. Antes de dormirme a veces me tomo uno como postre, ya sé... es raro.

2- La gente piensa al principio que soy loca, pero no se lo crean tanto, no lo soy.

3- Tengo como trauma engordar, y aunque coma no lo logro.

4- Soy hiperactiva, muy ansiosa.. Trato de matar esto con el cigarro o con lo que venga, pero no causa resultado.

5- Me encanta filosofar acerca de la vida, delirar y más.

6- Adicción: chocolate con coca.

7- Amo a mi sobrino.

8-Trago preferido: whisky con coca.

Nomino a todos aquellos que quieran ser nominados. Espero tener más ganas de postear en un tiempo... hasta luego.

miércoles, 23 de mayo de 2007

UN REGALITO QUE NO LLEGÓ



Este no va a ser un regalito ni para que lloren, ni para que se cuestionen nada. Para ser sincera, tenía otra idea pensada... DEDICARLE UN REGALITO AL BOLSO por la noche de ayer. Claro está, que esto dependía de su triunfo ante los colombianos, pero de todas formas, tuve la necesidad de dedicarle unas palabras ante su derrota. Este mensaje va dedicado a los bolsos, a su desilución, y al aguante que tenemos. Para muchos, Nacional es un regalo en sus triunfos, pero también en sus derrotas.
Ayer me regaló un Parque Central lleno, muchos cantos, tambores, pañuelos blancos, hamburguesas, Nix, café y dos goles. Aunque el resultado no fue el esperado, y los hinchas se fueron muy 'chupados', seguiremos alentando... ¿Por qué? Porque Nacional es más grande que un resultado. Por eso bolsilludos, continúen apoyando la blanca. Hasta la LIGUILLA.

sábado, 19 de mayo de 2007

En nombre de Jim, amiga te recuerdo

Esta frase la recuerdo en nombre de una vieja amiga, que hace mucho no veo...


“Cuando las ganas de reír estén ausentes, recuerda uno de los mejores momentos de tu vida y hazlos correr por las calles de tu mente”. Jim Morrison


Nacido el 8 de diciembre de 1943 y conocido como The Lizard
King y Mr. Rojo Risin, Morrison es célebre por ser el vocalista
de la banda californiana The Doors. Su auténtica vocación fue la poesía. Su último tiempo lo dedicó a escribir. Su verdadero nombre era James Douglas Morrison. Murió con 27 años en París. Enterrado en el cementerio Père-Lachaise, su tumba es la cuarta atracción turística más visitada en esta ciudad.

Algunos regalos perduran por siempre...


Mi próximo regalito va dedicado a mis amigas. ¡Sí, a Uds., dejen de asombrarse y sigan leyendo!
Hace mucho tiempo ya que quería encontrar una manera de expresar todo lo que hoy significan para mí. Tal vez me cueste un poco; recuerden que los verdaderos sentimientos son los más difíciles de expresar en papel, pero el intento es lo que vale.
No voy a dar nombres, pero confío plenamente en que cada una de Uds. se va a sentir identificada con muchas de las palabras de este post, ¿no? Vamos a ver que sale...

Primero que nada, ¿quién es una amiga? Llevarse el ‘título’ no es para cualquiera.
Me remonto a aquellas épocas que entré al Colegio Nacional José Pedro Varela, año 1997. Primer día de clases, ese gustito a susto, o más bien diría que a alumna nueva. Recuerdo que ingresaba a primero de liceo, por lo tanto, muchos ahí dentro ya se conocían de la escuela. Debía poner buena cara y ‘hacer amistades’. Y la verdad sea, que mal no me fue, sino todo lo contrario. Mantengo grandes afectos hasta el día de hoy. ¿Saben como lo sé? Les cuento.
Tres años después que entré a este liceo, y luego de haber tenido la suerte de formar mi grupito, ese grupito al que todos pertenecemos en la época liceal, tuve que dejarlos, de un día para otro. Así sin más, me comunicaron que debía irme a Brasilia por temas mayores con mi familia, tenía que irme y listo.
Luego de darle la noticia a mis amigas, luego de llantos, abrazos, besos y muchos te voy a extrañar, llegó el primer regalito.
El último día de clases, al término del año 1999, me organizaron una despedida, la cual presenció toda la generación. No sólo me entregaron flores, osos y tarjetas, sino que entre llantos y emotivas sonrisas me dedicaron tres distintos ‘poemas’ que habían escrito, y no sólo eso, sino que los leyeron frente a todos. Recordando este momento, ‘aunque nunca voy a olvidarlo’, les leo uno de ellos, aquí va:

Hoy es tiempo de decir adiós.

Pero no es un completo adiós,
Porque sé que volverás,
Sé que algún día te cruzare
Por la calle, te reconoceré y
Te daré el abrazo más fuerte
Que alguna vez halla dado.
Nos miraremos y nos reiremos,
Y junto a la alegría
Recordaremos muchos viejos
Recuerdos.
Tal vez dejaremos escapar
Una lágrima, pero esta no
Será de tristeza, será
Porque en ese momento nos
Daremos cuenta de que
Seguimos siendo las mismas
Grandes amigas.

Entonces hoy no es tiempo
De decir adiós, es tiempo
De decir hasta luego.

Imagínense por un segundo este momento, emotivo no? Y la verdad es, que nunca fueron tan ciertas estas palabras. Jamás. Lo nuestro fue un simple hasta luego, y creo que nunca dejará de serlo. Regresé a Uruguay tres años después, y esta experiencia no hizo otra cosa que unirnos más.
Estas amigas son de esas que miro, y sé lo que están pensando, se dan cuenta lo que digo? Una mirada vale más que mil palabras.

Recuerdo que en Brasil, surgieron otro tipo de experiencias. Las amigas que allá hice son diferentes. No porque sean mejor o peor, sino que nuestra amistad tiene un sabor diferente por haber vivido una experiencia que solo nosotras compartimos, y la verdad es que fue muy fuerte, de nunca olvidar diría. Muchas de ellas se perdieron, pero las que quedan hasta el día de hoy fueron las que siempre valieron más, lo sé. Son únicas, algunas más locas, otras más caseras, algunas también las llamaría de ‘personajes’... pero nada de esto hace que deje de llamarlas amigas, sino todo lo contrario. La amistad se fortalece más a causa de la distancia.

Llegamos a una etapa de definiciones, se acerca la toma de decisiones, la gran pregunta, ¿a qué nos vamos a dedicar? ¿qué vamos a hacer el resto de nuestras vidas? No sé quién inventó eso, pero es patético, no debería ser así, ¿como saber si lo vamos a hacer el resto de nuestras vidas? Igual no es el punto. Recordemos que todo cambia, nada cambia.
Creo que el destino hizo su jugada, y me ‘envío’ a estudiar Comunicaciones a la ORT. Siempre a mis amistades les repito estas palabras: desde que entramos a comunicaciones, nunca más supimos comunicarnos. Ja! Qué irónico no? Igual no se asusten, no supimos comunicarnos en algunos aspectos, pero en otros sabemos comunicarnos más que nadie. Tal vez, no siempre estemos todas, en el momento justo, en el tiempo justo, en el instante justo, pero siempre estamos una para la otra. Igual dejemos un poco esta melancolía y sigamos con las anécdotas...
Primeros días de clases en la ORT. Otra vez haciendo el trabajo de poner buena cara y hacer amistades... otra vez! Y fue aquí donde escuché algunas palabras ‘mágicas’ en ese entonces: ¿quién va a W-Lounge? En seguida hice contacto de mirada y percibí que había en ese grupo una personita que me seguía en la sintonía de mi vida en aquella época. Salir, bailar, tomar, fumar, era ‘primordial’ en aquel entonces... conocer chicos también obvio... estamos hablando que teníamos apenas 19 añitos, la vida adulta estaba por empezar, la adolescencia llegando a su fin, era necesario aprovechar cada instante. De esta manera aprendí a conocer un ser excéntrico, excepcional, que me enseñó no sólo a disfrutar, sino muchas cosas más, no voy a entrar en más detalles. Esta fue la primera amistad que me abrió un montón de caminos dentro de la Facultad. Insisto en el hecho de saber que arrancar esta carrera hizo que mi vida cambiara radicalmente, es algo obvio no? Pero no tan obvio a veces. No sólo crecí como persona, sino que me abrió la cabeza desde diversos aspectos, es imposible describir y hacerles entender el mundo que conocí junto a todos, los recuerdos no son en vano gracias a Dios.
Luego de algunos meses, otro tipo de amistades fueron tocando a mi puerta. Siempre dicen que algo malo trae algo bueno, no es así? Una mala experiencia nos juntó, me trajo consigo una personita que hasta el día de hoy sigue siendo tan especial como desde el primer día que tuve una profunda conversación con ella. Me regaló su apoyo incondicional, y desde ahí supe que iba a tener ‘su título’ para siempre. Es genial.
Otra vez vinieron épocas dolorosas... Fue aquí donde surgieron otros dos pimpollitos que permanecían escondidos por ahí. Me acompañaron como nadie, pero no sólo con abrazos, sino con su mejor sonrisa, su más fiel apoyo, y con mucha locura también. Esas amigas a las que siempre les pasa algo... o de esas que siempre gritan y dan órdenes, seguro conocen a alguien así. Increíbles!
Y fue hasta aquí que llegué... rememorando a mis mejores amigas, que no son tantas, pero creo que a lo largo de esta historia no olvidé nombrar indirectamente nada que las represente en su esencia.

Me es imposible hacerles llegar el soporte que han sido para mí, en cada sentido que puedan imaginar. Siempre me extendieron sus brazos para abrazarme, su hombro para llorar, su mejor sonrisa para disfrutar. Tantos recuerdos, tantos anhelos, tantos golpes, no han hecho otra cosa que unirnos más. Cada lugar tiene una historia, cada rincón de mi corazón la recuerda. Y como siempre decimos, en el primer casamiento de una de nosotras, que VA a llegar no se preocupen, recordaremos todo esto, reiremos, lloraremos y veremos que mucho más está por venir.
Es verdad que el tiempo pasa, pero hay cosas que perduran, y ustedes son una de ellas. Un gran regalo. Hasta siempre.

Pd.- Salud por la tradicional y vieja canción de la adolescencia de los Enanitos Verdes que todos alguna vez escuchamos...
“...porque siempre estarán en mí, esos buenos momentos que pasamos sin saber, un amigo es una luz, brillando en la oscuridad, siempre serás mi amigo, no importa nada más”.

lunes, 30 de abril de 2007

El mejor regalo


Nunca voy a olvidar la noche anterior a tu nacimiento. Salía de la facultad a las once de la noche y mis amigos como de costumbre me dejaron en casa. Al bajarme me gritaron: suerte mañana! Me dormí soñando con tu llegada...
Nachito, naciste un 20 de octubre de 2006, a las 9.30 hrs. en el Hospital Británico. El día estaba hermoso, soleado, corría una brisa super agradable. La sala de espera estaba ocupada enteramente por la familia Aguiar y Castro: tus nonos, tías y tío favorito. Tus papas entraron a la sala de parto. Había que esperar una hora para verte y la verdad es que fue una de las más largas en mi vida. Para matar el tiempo, salimos los fumadores a la calle a conversar un rato. Noté que ese día Avenida Italia estaba más transitada que nunca... tal vez nunca me había puesto a pensarlo, pero igual no tenía importancia.
El mate pasaba de mano en mano, y vos aún no aparecías. Cada momento quedaba registrado en la cámara de alguno de nosotros. Cada mirada, cada sonrisa, cada gesto que denotaba nervios y ansiedad, pero también una inmensa felicidad.
Tu papá apareció por el corredor, con el gorrito verde y la bata blanca que caracteriza a los padres cuando entran al parto, la conocen? Fue muy gracioso verlo llegar, pero al verle su expresión todos entendimos que eras hermoso y que iba a recordar ese momento para siempre, él había quedado sin palabras. Tu mamá aún no aparecía, pero de todas formas nos enteramos de las lágrimas que derramó al verte por primera vez. Nos pusimos todos en fila como “bobos” a esperar que abrieran las cortinas de la sala donde te estaban arropando. Más “bobos” quedamos cuando las abrieron y todos empezamos a comentar lo hermoso que eras. Creo que las enfermeras llegaron al punto de temernos!
Llegaste para recordarnos la magia de la existencia. Sos la inocencia purificada, la debilidad de cada uno de nosotros. Es inexplicable lo que puede despertar un nacimiento. Llenaste con amor y dulzura cada rinconcito oscuro, cada sombra, cada preocupación.
Completaste nuestras vidas en todos los sentidos, algo que es imposible de comprar. No tengo palabras para describir lo que representas hoy para mí. Nunca lo imaginé. Por ser el mejor regalo que alguna vez recibí, gracias sobrino!

domingo, 22 de abril de 2007

The Scientist by Coldplay

Come up to meet you, tell you I'm sorry
You don't know how lovely you are

I had to find you
Tell you I need you
Tell you I've set you apart

Tell me your secretsA
nd ask me your questions
oh, let's go back to the start

Running in circles
Coming in tales
Heads on a science apart

Nobody said it was easy
It's such a shame for us to part
Nobody said it was easy
No one ever said it would be this hard

oh, take me back to the start

I was just guessing
At numbers and fingers
Pulling the puzzles apart

Questions of science
Science and progress
Do not speak as loud as my heart

Tell me you love me
Come back and haunt me
Oh, and I rush to the start

Running in circles
Chasing our tails
Coming back as we are

Nobody said it was easy
Oh, it's such a shame for us to part
Nobody said it was easy
No one ever said it would be so hard

oh, take me back to the start...

Mi primer regalo...

“UN REGALITO PARA EL ALMA” fueron las palabras que ayer por la noche de sábado lluviosa, una muy buena amiga me dijo cuando le conté algo muy curioso que me había sucedido. Esta mágica frase fue la que me dio el coraje para comenzar a escribir en este dichoso blog. ‘Desnudar el alma’ no suele ser algo tan sencillo como a veces parece. De todas formas acá estoy, escribiéndoles en un deprimente domingo de lluvia.
“NOBODY SAID IT WAS EASY”, tema interpretado por Chris Martin, vocalista de la banda Coldplay es lo que está sonando ahora en mi equipo. Una taza de café caliente y un cigarro es lo que me acompaña en esta especie de aventura que estoy por emprender. “Nadie dijo que era fácil”, que verdaderas y realistas suenan estas palabras al escucharlas...
Si hay una realidad que no me deja dormir hoy, es saber que nada es fácil, sino todo lo contrario, creo que todo se torna cada vez más difícil, y lo más inquietante es que no podemos hacer nada para controlarlo. Recuerdo hace unos pocos años... la vida parecía sencilla, muy cuadrada, todo encajaba en su lugar. Creo que todos pensábamos en crecer, asistir a una facultad, conocer a la persona correcta PARA SIEMPRE, tener hijos, conseguir un trabajo bien pago para el resto de nuestras vidas, el cual nos permitiría mantener de la mejor forma a nuestra familia y darse todos los gustos. Luego llegaría el momento en que nuestros hijos se fueran de casa, pero como recompensa nos harían abuelos. Por último la jubilación, disfrutar los últimos años y bueno... después la “no esperada” muerte tocaría a nuestra puerta, pero siempre fue mejor no pensar en ella aunque todos sabemos que existe y es inevitable. De esta manera se cerraría el círculo, de forma perfecta e inmaculada.
Lo que nos olvidamos es todo lo que transcurrimos para alcanzar este “sueño”: desilusión, tristeza, inseguridad, ansiedad, culpa, maldad, egoísmo, locura, muerte, vacío, engaño, cansancio, stress, miedo, mentiras, entre muchos otros sentimientos que serían imposible describir. Nadie nos prepara para esto, pero la verdad es que muchos de ellos conviven con nosotros en el día a día, algunos nunca se van, otros llegan de repente. Pero cuando miro hacia mis costados, y para mi misma, todos nos hemos acostumbrado a coexistir con ellos y lo más impactante es que aceptamos que la alegría es un sentimiento que mucho tiene de momentáneo, mientras que el dolor muchas veces llega para quedarse, para instalarse en nuestras profundidades. De todas maneras, estos no serían lo que son uno sin el otro, juntos conviven y conforman el equilibrio que nos mantiene y da cuerda. Piénselo por un momento y verán que tengo razón.
Hace algunos días tuve una conversación con alguien que quise mucho y que significó mucho en mi vida, en todos los aspectos, una de esas personas que de alguna forma siempre las vamos a recordar con un antes y un después, una de esas personas que cuando aparecen, nunca se van. Después de muchos años sin hablar, y con tanto rencor en ese entretiempo, por fin llegaron aquellas mágicas palabras que transmitieron tranquilidad a mi alma y paz a mi mente. Una especie de recompensa, la cual demuestra y comprueba que cuando actuamos con convicción, vale la pena. Así fue que pude perdonarme a mi misma. Fue así que recibí un regalito para el alma. Y es de estos regalitos que está hecha la vida, estos pequeños momentos que nos satisfacen como ninguna otra cosa, esos encuentros que nos renuevan y son los que nos hacen sentir vivos.
Dejemos de esperar nuestro próximo trabajo que nos de más dinero, el próximo examen para estar al día, la próxima persona que nos complete de una vez por todas, la próxima llamada, la próxima semana... Detengámonos a pensar que lo que somos, es lo que somos ahora.
Por acá voy terminando. Esto fue lo que hoy domingo 22 de abril del 2007 quise transmitirles. No tengo más nada para decir, excepto que dejen de esperar, el ahora es lo que existe, y a veces ni eso. Hasta la próxima.