Mi próximo regalito va dedicado a mis amigas. ¡Sí, a Uds., dejen de asombrarse y sigan leyendo!
Hace mucho tiempo ya que quería encontrar una manera de expresar todo lo que hoy significan para mí. Tal vez me cueste un poco; recuerden que los verdaderos sentimientos son los más difíciles de expresar en papel, pero el intento es lo que vale.
No voy a dar nombres, pero confío plenamente en que cada una de Uds. se va a sentir identificada con muchas de las palabras de este post, ¿no? Vamos a ver que sale...
Primero que nada, ¿quién es una amiga? Llevarse el ‘título’ no es para cualquiera.
Me remonto a aquellas épocas que entré al Colegio Nacional José Pedro Varela, año 1997. Primer día de clases, ese gustito a susto, o más bien diría que a alumna nueva. Recuerdo que ingresaba a primero de liceo, por lo tanto, muchos ahí dentro ya se conocían de la escuela. Debía poner buena cara y ‘hacer amistades’. Y la verdad sea, que mal no me fue, sino todo lo contrario. Mantengo grandes afectos hasta el día de hoy. ¿Saben como lo sé? Les cuento.
Tres años después que entré a este liceo, y luego de haber tenido la suerte de formar mi grupito, ese grupito al que todos pertenecemos en la época liceal, tuve que dejarlos, de un día para otro. Así sin más, me comunicaron que debía irme a Brasilia por temas mayores con mi familia, tenía que irme y listo.
Luego de darle la noticia a mis amigas, luego de llantos, abrazos, besos y muchos te voy a extrañar, llegó el primer regalito.
El último día de clases, al término del año 1999, me organizaron una despedida, la cual presenció toda la generación. No sólo me entregaron flores, osos y tarjetas, sino que entre llantos y emotivas sonrisas me dedicaron tres distintos ‘poemas’ que habían escrito, y no sólo eso, sino que los leyeron frente a todos. Recordando este momento, ‘aunque nunca voy a olvidarlo’, les leo uno de ellos, aquí va:
Hoy es tiempo de decir adiós.
Pero no es un completo adiós,
Porque sé que volverás,
Sé que algún día te cruzare
Por la calle, te reconoceré y
Te daré el abrazo más fuerte
Que alguna vez halla dado.
Nos miraremos y nos reiremos,
Y junto a la alegría
Recordaremos muchos viejos
Recuerdos.
Tal vez dejaremos escapar
Una lágrima, pero esta no
Será de tristeza, será
Porque en ese momento nos
Daremos cuenta de que
Seguimos siendo las mismas
Grandes amigas.
Entonces hoy no es tiempo
De decir adiós, es tiempo
De decir hasta luego.
Imagínense por un segundo este momento, emotivo no? Y la verdad es, que nunca fueron tan ciertas estas palabras. Jamás. Lo nuestro fue un simple hasta luego, y creo que nunca dejará de serlo. Regresé a Uruguay tres años después, y esta experiencia no hizo otra cosa que unirnos más.
Estas amigas son de esas que miro, y sé lo que están pensando, se dan cuenta lo que digo? Una mirada vale más que mil palabras.
Recuerdo que en Brasil, surgieron otro tipo de experiencias. Las amigas que allá hice son diferentes. No porque sean mejor o peor, sino que nuestra amistad tiene un sabor diferente por haber vivido una experiencia que solo nosotras compartimos, y la verdad es que fue muy fuerte, de nunca olvidar diría. Muchas de ellas se perdieron, pero las que quedan hasta el día de hoy fueron las que siempre valieron más, lo sé. Son únicas, algunas más locas, otras más caseras, algunas también las llamaría de ‘personajes’... pero nada de esto hace que deje de llamarlas amigas, sino todo lo contrario. La amistad se fortalece más a causa de la distancia.
Llegamos a una etapa de definiciones, se acerca la toma de decisiones, la gran pregunta, ¿a qué nos vamos a dedicar? ¿qué vamos a hacer el resto de nuestras vidas? No sé quién inventó eso, pero es patético, no debería ser así, ¿como saber si lo vamos a hacer el resto de nuestras vidas? Igual no es el punto. Recordemos que todo cambia, nada cambia.
Creo que el destino hizo su jugada, y me ‘envío’ a estudiar Comunicaciones a la ORT. Siempre a mis amistades les repito estas palabras: desde que entramos a comunicaciones, nunca más supimos comunicarnos. Ja! Qué irónico no? Igual no se asusten, no supimos comunicarnos en algunos aspectos, pero en otros sabemos comunicarnos más que nadie. Tal vez, no siempre estemos todas, en el momento justo, en el tiempo justo, en el instante justo, pero siempre estamos una para la otra. Igual dejemos un poco esta melancolía y sigamos con las anécdotas...
Primeros días de clases en la ORT. Otra vez haciendo el trabajo de poner buena cara y hacer amistades... otra vez! Y fue aquí donde escuché algunas palabras ‘mágicas’ en ese entonces: ¿quién va a W-Lounge? En seguida hice contacto de mirada y percibí que había en ese grupo una personita que me seguía en la sintonía de mi vida en aquella época. Salir, bailar, tomar, fumar, era ‘primordial’ en aquel entonces... conocer chicos también obvio... estamos hablando que teníamos apenas 19 añitos, la vida adulta estaba por empezar, la adolescencia llegando a su fin, era necesario aprovechar cada instante. De esta manera aprendí a conocer un ser excéntrico, excepcional, que me enseñó no sólo a disfrutar, sino muchas cosas más, no voy a entrar en más detalles. Esta fue la primera amistad que me abrió un montón de caminos dentro de la Facultad. Insisto en el hecho de saber que arrancar esta carrera hizo que mi vida cambiara radicalmente, es algo obvio no? Pero no tan obvio a veces. No sólo crecí como persona, sino que me abrió la cabeza desde diversos aspectos, es imposible describir y hacerles entender el mundo que conocí junto a todos, los recuerdos no son en vano gracias a Dios.
Luego de algunos meses, otro tipo de amistades fueron tocando a mi puerta. Siempre dicen que algo malo trae algo bueno, no es así? Una mala experiencia nos juntó, me trajo consigo una personita que hasta el día de hoy sigue siendo tan especial como desde el primer día que tuve una profunda conversación con ella. Me regaló su apoyo incondicional, y desde ahí supe que iba a tener ‘su título’ para siempre. Es genial.
Otra vez vinieron épocas dolorosas... Fue aquí donde surgieron otros dos pimpollitos que permanecían escondidos por ahí. Me acompañaron como nadie, pero no sólo con abrazos, sino con su mejor sonrisa, su más fiel apoyo, y con mucha locura también. Esas amigas a las que siempre les pasa algo... o de esas que siempre gritan y dan órdenes, seguro conocen a alguien así. Increíbles!
Y fue hasta aquí que llegué... rememorando a mis mejores amigas, que no son tantas, pero creo que a lo largo de esta historia no olvidé nombrar indirectamente nada que las represente en su esencia.
Me es imposible hacerles llegar el soporte que han sido para mí, en cada sentido que puedan imaginar. Siempre me extendieron sus brazos para abrazarme, su hombro para llorar, su mejor sonrisa para disfrutar. Tantos recuerdos, tantos anhelos, tantos golpes, no han hecho otra cosa que unirnos más. Cada lugar tiene una historia, cada rincón de mi corazón la recuerda. Y como siempre decimos, en el primer casamiento de una de nosotras, que VA a llegar no se preocupen, recordaremos todo esto, reiremos, lloraremos y veremos que mucho más está por venir.
Es verdad que el tiempo pasa, pero hay cosas que perduran, y ustedes son una de ellas. Un gran regalo. Hasta siempre.
Pd.- Salud por la tradicional y vieja canción de la adolescencia de los Enanitos Verdes que todos alguna vez escuchamos...
“...porque siempre estarán en mí, esos buenos momentos que pasamos sin saber, un amigo es una luz, brillando en la oscuridad, siempre serás mi amigo, no importa nada más”.
8 comentarios:
Me encantó!
Qué suerte que nunca dijimos adios, realmente es muy emocionante recordar las cosas que vivimos y saber que tenemos mucho por recorrer... JUNTAS.
Salud amiga!
Wendy: NO SABES LO QUE ME PASO!!!
JAJAJAJ
Bueno amiga después de haberme roba alguna que otra lágrima y muchas más sonrisas mientras leía esto, no te me enojes, pero lo único que te puedo decir es que te quiero muchio (jajaaj) y que vos también sos un regalito para mi porque sin saberlo apareciste en los momentos que yo más necesitaba, una sonrisa, un abrazo, una llamada o hasta una noche en un boliche...
Besotes
Amigos ? No existe tal cosa... Tener amigos es solamente una forma de que una persona se sienta menos sola, y he ahí la mentira más grande de la humanidad : Pensar que no estás solo
Todos estamos solos, pero a veces está bueno compartir esa soledad con alguien. Seguramente no tengas con quien compartirla, noto frustración en tus comentarios.
¡Qué lindas palabras! Es lindo saber que a pesar de tener que recorrer solos el camino de la vida tenemos personitas que nos acompañan en algunos tramos.
Personas con las que hacemos juramentos solamente con las miradas porque no son necesarias las palabras y que siempre están en las buenas y en las malas.
Me encantó leerte.
Junto a esas personas creamos nuestro camino y vivimos y revivimos una y otra vez 'esos' momentos que nos mantienen vivos. Salud por la amistad pétalos!
robin de mi corazon =) muy lindo lo que escribiste, y lo de la loquilla se sabe que es por la otra argenta que andaba por bsb o noo?? jajaja... besitos, y hasta el prox reglito. (sigo esperando que llegue la primavera...)
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